2/12/2008

Rebeldía solidaria con el Plantón de la Laguna del Carpintero desde Monterrey



compas saludos sere breve un grupo de jovenes libertarios de aki de monterrey hemos decidido manifestarnos el miercoles proximo en contra de televisa en frente de sus instalaciones en apoyo a la lucha que llevan a cabo ustedes en tampico llevaremos mantas megafono volantes lo ke necesitamos es una foto de la antigua zona ecologica antes de la destruccion tambien quisiera si nos podrian enviar un escrito de ustedes para leerlo ese dia compañeros pensamos que debemos de resistir a toda esta destruccion capitalista saludos a lalo al vananin chido la rebeldia es la vida colectivo librado rivera

2/11/2008

Ahora un Foro

Roberto León González Alexandre

Creo haberle leído a Cortazar alguna vez, algo así como que el escritor que nunca se vendió, debe procurar con igual celo que no lo vendan otros. Esto me vino a la cabeza una vez leído el artículo “¿Y ahora qué?” de Gastón Alejandro Martínez.

“Gams”, como le conocemos los amigos, es un compañero de viajes literarios al que aprecio y reconozco como poeta y cantautor y, en sus momentos más crípticos, un buen polemista. No obstante lo anterior, utilizo este espacio para desmarcarme de él por dos principales razones.

La primera es que no acepto aquello de que “todos depredamos, todos pisamos abierta o disimuladamente a los otros, incluso a los amigos cuando se trata de ganar y descollar sobre los demás.”

Quede claro que al negar esto no pretendo ponerme “como ‘los buenos’, como los justos e incorruptibles que enfrentamos a ‘los otros’,…” No, no soy tan maniqueo. Lo que sí, es que, si aceptara la frase del párrafo anterior, no podría yo terminar una idea diciendo lo contrario: “(…) y actuar con la lucidez que parecen necesitar nuestras ‘causas’. (el subrayado es mío).

La segunda razón es que me niego a aceptar que Gastón se deshaga en cumplidos, que coquetee de manera tan abierta en un escrito que el autor desea crítico: “Necesitamos de herramientas teóricas más eficaces para estudiar la naturaleza del poder, (…) que nos hemos negado por ideología, por falta generalizada de luces o de plano por pereza mental.”

Todo para que al final de un largo, largo párrafo de elogios y alabanzas, termine diciendo que: “En la calle abunda también la fantochería, la simulación y el deseo de dominar, no es garantía andar en fachas con un pequeño grupo de adolescentes vestidos de negro.” ¡He aquí, sin pudor alguno, expresada por contraste, la ideología que se dice crítica, en la que va montada el escrito al que me refiero!

Vamos, cuando alguien habla así, ya está instalado en la superchería de una clase social o cultural determinada, por muy ilustrada o muy miserable que ésta sea; ya somos entonces el ‘parabién’ que juzga a los demás desde su podium! ¡Cuán fácil es entonces denostar a los otros desde nuestro púlpito! Estigmatizar la ropa, el pelo, las costumbres, el color, la altura, la preferencia sexual, el ideario político, etc.

Por ello, encuentro sin sentido desmontar aquí el amarre de navajas que el autor quiso hacer entre dos personas que si bien no piensan igual con respecto a ciertos temas o asuntos, no por eso deben, en consecuencia, ser enemigos. Alguna vez firmé un desplegado junto a esta persona con la que hoy quieren ponerme las navajas; lo hice incluso sin conocerla y a petición de ella precisamente. Firmé por la causa no por la persona.

Otro deslinde que debo hacer, es cuando Gastón, ya de plano, afirma refiriéndose a un servidor: “Sus certeros señalamientos denotan, sin embargo, cierta animadversión. Se cuela por ahí un tufillo a ‘rencor de clase’ que acaso valdría la pena reconocer. Sería un buen comienzo para derrotar el resentimiento que a tantas mentes brillantes suele oscurecer.”

Una idea expresada así, no tiene desperdicio. Vamos por partes: ¿Significa acaso que la sola animadversión que me atribuye el articulista, hace certeros mis señalamientos? ¿O que pese a la cierta animadversión mis señalamientos siguen siendo certeros? ¿Y si son certeros, qué diablos hace la animadversión aquí?

Por otro lado ¿Suelen tantas mentes brillantes oscurecer sólo por el resentimiento? ¿Puede el rencor de clase oscurecer a una mente brillante?

Las mentes brillantes no pueden andar por ahí como foquitos de navidad, tengan, o no, rencores de clase y resentimientos ¡O son, o nunca lo han sido!

No importa ahora quién haya sido el “constante surtidor de información”. Ni siquiera vale ahora quien le haya o le siga dedicando “siempre una mirada inteligente, lúcida y a contracorriente del discurso del poder.” Dado que el discurso del poder se encuentra fraccionado, fracturado; dividido con respecto al uso y al abuso de los terrenos de la laguna.

¿Y ahora qué? Se preguntó el articulista de la semana pasada. Quisiera contestar: ahora mismo, cuando menos a nivel de Internet en su primera etapa, se está organizando un gran “Foro Ciudadano” para que participemos todos.

¿Adivinen quiénes iniciaron y han seguido manteniendo, contra viento y marea, la organización de este evento que se pretende multitudinario?...
¡No importa quiénes sean!

Lo dije antes. Importa el Foro, no los foristas. Aún así, ellos también son constantes surtidores de información; ellos igual han dedicado una mirada inteligente, lúcida y a contracorriente del discurso del poder. La diferencia, acaso, sea la facha y la marginación.